Hay encargos que son especiales, cuando te lo pide alguien con sensibilidad, alguien que es feliz con su trabajo, alguien que derrocha creatividad. En ese momento, sabes que tienes que poner tus cinco sentidos, concentrarte como si no existiera nada más en el mundo que esos bellos objetos sobre la mesa.
Pensar que alguien confía en ti para que cuentes un pedacito de su historia es una de las razones por las que amo la fotografía.
Podéis encontrar el trabajo de Laura en su web Betrana.
Oh Llucia, quines fotos més fantàstiques! Quina senzillesa i quina màgia... Moltes gràcies per fer-me sentir tan especial!!!!
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